El COORM insiste en la importancia de que los niños acudan al óptico-optometrista o a un especialista de la visión, al menos una vez al año, para detectar posibles problemas visuales que pudieran influir en el rendimiento escolar y que pueden tener una fácil solución.
A las preocupaciones de los padres por tener a tiempo el material escolar, se suma una recomendación vital para que el rendimiento académico de sus hijos sea el adecuado: su salud visual. Por ello, el Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de la Región de Murcia (COORM) y Ciudad de Totana Noticias recuerda la importancia de realizar a los niños revisiones visuales al inicio del curso escolar.
La presidenta del COORM, Ana Belén Almaida, declara que "es necesaria, al menos, una revisión anual de la visión, ya que uno de cada cuatro niños en edad escolar, es decir, un 25% del total, sufre algún problema visual que no ha sido detectado y que puede afectar a su rendimiento escolar".
Los niños pocas veces se quejan de un problema visual, por lo que, a veces, es complicado detectarlos. Existen una serie de síntomas y signos identificativos, ante los cuales, tanto padres como educadores deben estar muy atentos:
- Enrojecimiento de los ojos.
- Parpadeo excesivo.
- Picor, escozor o lagrimeo
- Malas posturas del cuerpo o la cabeza cuando mira de frente.
- Dolores de cabeza, durante o después de realizar actividades en distancias cercanas.
- Fruncir el ceño o taparse un ojo cuando lee o escribe.
- Excesiva sensibilidad a la luz o fotofobia.
- Lecto-escritura del niño (sigue la lectura con el dedo).
- Inversión de palabras, saltos de renglón.
- Mejor memoria auditiva que visual.
- Falta de concentración.
- Errores de copias, pobres caligrafías, etc.
Si se observa en el niño alguno de estos síntomas es recomendable que se realice una visita al óptico-optometrista, ya que el mejor pronóstico es la detección y corrección temprana. Si no hay ningún defecto visual, basta con una visita anual.