Autoridades municipales del Ayuntamiento de Totana y Aledo inauguraron hoy una lápida honorífica y conmemorativa a los once vecinos de ambas localidades fusilados en octubre de 1939 en la tapia sur del cementerio municipal "Nuestra Señora del Carmen" de Totana, que se encontraban en una fosa común, y a los que se ha querido rendir un homenaje institucional en su memoria y en compañía de algunos de sus descendientes.
El acto promovido por el Consistorio, que ha tenido lugar en el mismo lugar donde se produjeron los hechos en el interior del camposanto y al que han asistido más de 200 personas, se ha celebrado a raíz de las últimas investigaciones realizadas sobre este hecho de la historia local por el psicólogo e historiador, Alfonso Cayuela, vecino y amante de la historia de Totana.
La iniciativa pretendía restablecer la memoria de aquellos vecinos de Totana y Aledo que fueron asesinados tras un juicio sumarísimo y fueron enterrados en una fosa común ubicada en la actual calle San Roque del cementerio municipal.
Además, según explicaron los responsables municipales, con este sencillo acto se quería honrar "una deuda histórica y colectiva que aún estaba sin saldar".
Al acto han asistido los alcalde de Totana y Aledo, Juan José Cánovas y Juan José Andreo, el primer teniente de alcalde totanero, Andrés García, así como miembros de ambas corporaciones municipales, familiares de las víctimas y representantes de diferentes colectivos sociales y vecinales de ambos municipios.
La lápida, que ha sido descubierta por los responsables municipales y sobre la que se han depositado flores, recoge el nombre y la edad de los once fusilados y la referencia textual "Víctimas de la represión y el odio. Hoy recuperamos su recuerdo y el reconocimiento a su lucha por la libertad y contra la dictadura".
La iniciativa ha contado con la participación del concejal del Cementerio, Víctor Balsas, el primer teniente de alcalde totanero y los regidores de Totana y Aledo, y el historiador Alfonso Cayuela, quien ha realizado un breve repaso de los hechos históricos y un representante de los familiares de los homenajeados (Daniel Fuentes; biznieto de Pedro Andreo Gómez).
El hijo del alcalde fusilado Ambrosio López, Salvador López, no pudo intervenir, como estaba previsto, embargado por la emoción del momento.
Además, se han interpretado varias semblanzas poéticas a cargo de Daniel Crespo e Isabel Romera, y sendas piezas musicales a cargo de miembros de la Banda de Música de Totana.
El Consistorio totanero ya ha tomado esta legislatura medidas de restablecimiento de la memoria histórica con la eliminación de forma definitiva de nueve vías de callejero con referencias franquistas, y su sustitución por otras nominaciones que han afectado a cerca de 900 vecinos.
El Ayuntamiento ha sustituido así todas las calles y espacios del casco urbano de esta localidad de forma progresiva que hacen referencia a la dictadura franquista por otros nombres con proyección más localista que hubieran destacado por otros valores personales o profesionales, lo que conlleva una serie de trámites a los afectados y un proceso de adaptación.
En el 2007 se publicó en el BOE la Ley de Memoria Histórica que venía a reparar las injusticias y persecuciones sometidas contra las personas que lucharon por la libertad y contra la dictadura en España y sufrieron persecución o muerte por defender la legalidad republicana, derrotada por las armas en una Guerra Civil que nunca debió suceder, como recogía la moción aprobada por el pleno municipal de Totana.
Contexto histórico fusilados
El 19 de octubre de 1939, a las seis de la mañana, se produjo en la tapia sur del Cementerio de Totana el fusilamiento de siete vecinos de Totana y cuatro de Aledo, producto de varios juicios militares sumarísimos, según la investigación histórica.
Los totaneros ajusticiados, según las mismas fuentes, fueron Pedro Andreo Gómez "Mozito", Miguel Mula Rodríguez "Afilaor", Antonio Rosa Pérez "Ramblaro", Ruperto Ortuño Andreo, Pedro Noguera Andreo "Rosquillero", Antonio Ramírez Martínez "Cuco" y Ambrosio López Carrasco.
Además, los naturales de Aledo son Agustín Romero Norte "Aleano", Antonio Andreo Tudela "Chico Aguas", Sebastián García Andreo "Timple" y Melchor Martínez Martínez "Cayetano".
Según las mismas investigaciones históricas, todos ellos enterrados en una fosa común en la tapia este del cementerio de Totana.
Con este fusilamiento, se producen además dos magnicidios en las personas de Ambrosio López Carrasco, presidente del Frente Popular y de la Casa del Pueblo, y también alcalde de Totana en ese momento, así como de Antonio Andreo Tudela, presidente del Frente Popular y la UGT de Aledo.
Durante más de setenta años, la fosa común de los fusilados de Totana ha permanecido en el más completo anonimato: durante el franquismo, no se permitió colocar ni lápida ni recordatorio por parte de los familiares sobre ella; y en el año 1971, cuando se amplió el camposanto de Totana, en vez de exhumar los cadáveres se depositó más escombro sobre el enterramiento colectivo, construyéndose tumbas encima.
Las mismas investigaciones apuntan a que los once fusilados de Totana han sido "los grandes olvidados" del cementerio de Totana, de forma que nunca ni sus nombres ni la fecha de su muerte han estado sobre el lecho donde descansaban.