La Concejalía de Bienestar Social, a través del departamento de Prevención de Drogodependencias, va a promover una campaña de concienciación ciudadana para prohibir la venta y consumo de alcohol a menores de 18 años con motivo de las fiestas patronales de Santa Eulalia y la Navidad.
La campaña de sensibilización pretende, además, advertir sobre los riesgos del consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas sobre todo en jóvenes, coincidiendo con esta fechas festivas.
En otras ocasiones, se han distribuido materiales sobre la prohibición de venta de alcohol a menores de 18 años, como recordatorio para los establecimientos dispensadores, y dípticos informativos para la prevención de riesgos asociados al abuso de bebidas alcohólicas y de drogas de síntesis.
Además, se ha informado a los comerciantes, a modo de recordatorio, del contenido de la ordenanza reguladora de la venta, dispensación y suministro de bebidas alcohólicas, así como las consecuencias que tiene sobre los propietarios de estos establecimientos la consideración de las infracciones leves y graves.
El área de la Promoción de la Salud, recuerda que los daños que produce el alcohol son especialmente graves durante la adolescencia, una etapa donde se está en pleno proceso de desarrollo físico y psicológico. En estas edades se carece de la madurez suficiente para evaluar correctamente los riesgos que entraña su consumo.
El concejal de Bienestar Social, Javier Baños, ha señalado que, aún siendo conscientes de las limitaciones de recursos con lo que cuenta la Administración local, "no podemos renunciar al compromiso y necesidad de concienciar a los establecimiento sobre las consecuencias que la venta de alcohol puede entrañar entre los adolescentes".
El incumplimiento de la ordenanza municipal entraña sanciones administrativas y multas que van desde los 150 a los 12.000 euros, en función de los casos.
Se estima que, aproximadamente, tres de cada cuatro estudiantes de entre 14 y 18 años han probado el alcohol y, algo más de la mitad lo beben de forma habitual. Cuando beben, lo hacen sobre todo durante el fin de semana y, casi la mitad de éstos, hasta emborracharse.