Ayer asistí al torneo de ajedrez que se celebró en Totana. Era la primera vez que presenciaba uno, y me entusiasmó. Yo no participé, pero para el próximo me apunto
91 participantes, 7 rondas, jugadores de todas las edades y de muchos municipios de Murcia, incluso de Almería. Un gran espectáculo!
Desde el año 2000, el ajedrez es considerado un deporte por el Comité Olímpico Internacional.
No soy la única que considero fundamental su enseñanza y práctica a partir de los cinco años de edad. Es más, debería ser materia educativa obligatoria, tanto en primaria como secundaria, tal como recomienda la UNESCO. Son ya muchos los países que así lo hacen, pero aquí en España, incomprensiblemente, estamos todavía lejos de conseguirlo, considerándose sólo como una actividad extraescolar optativa.
Mientras que llegue esa ley educativa que nos permita sumarnos a la implantación del ajedrez en todos los centros escolares, quisiera proponer a todos los colegios, institutos e, incluso, clubes deportivos, que tengan en cada aula un tablero de ajedrez para que lo vayan utilizando diariamente en descansos, en los recreos o como incentivo para terminar pronto las tareas.
También propongo al Ayuntamiento instalar, en la plaza y parques, mobiliario específico para jugar al ajedrez. Seguro que podría ser un maravilloso punto de encuentro de pequeños, grandes y mayores, porque el ajedrez no tiene edad.
Os aseguro que el ajedrez crea adicción, pero es una adicción muy positiva, cuyos beneficios son innumerables:
*Mejora la memoria.
*Fomenta la concentración.
*Ayuda al desarrollo del pensamiento crítico.
*Promueve el pensamiento lógico.
*Aprenden a resolver problemas y tomar decisiones.
*Desarrollan la imaginación y la creatividad.
*Socializan.
*Además, ganan en autoestima y confianza en sí mismos, mejoran sus habilidades de comunicación y de comprensión, entienden el valor del trabajo, del compromiso y de la concentración. También mejora la visión espacial, la comprensión de la geometría y la capacidad lectora.
*Aprenden a superarse. Su práctica les permitirá aprender de los errores y superar el fracaso, enfrentándose continuamente a nuevos retos y superando situaciones complejas.
Y si todavía no has jugado al ajedrez, has de saber que nunca es tarde para aprender. Tu cerebro te lo agradecerá