La Consejería de Medio Ambiente, Universidades, Investigación y Mar Menor continúa trabajando en la consolidación del plan de reforzamiento poblacional para la recuperación del sapo partero (Alytes dickhilleni) en el Parque Regional de Sierra Espuña.
Este parque regional se erige como un lugar privilegiado por la gran diversidad de fauna y flora que presenta. "Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para conocer y conservar la biodiversidad que alberga. Esto es especialmente importante en lo que se refiere a la biodiversidad acuática, ya que estos hábitats son de importancia vital para el funcionamiento del ecosistema, más en un contexto de cambio climático", reconoció la secretaria autonómica de Energía, Sostenibilidad y Acción Climática, María Cruz Ferreira.
"Las estrategias de conservación deben ir encaminadas a la gestión y restauración de cuerpos de agua tradicionales y artificiales, así como a la creación de nuevos puntos de agua, de manera que todos ellos actúen como refugios climáticos ante futuros escenarios de sequía", añadió la secretaria autonómica. Además, es fundamental la prevención y mitigación de los efectos nocivos del hongo quitridio.
En Sierra Espuña, la población de sapo partero bético fue redescubierta en 2009, aunque ya había sido citada en la década de 1990. Desde entonces, el equipo técnico del parque ha realizado un seguimiento anual para evaluar su evolución y ocupación de hábitats, además de llevar a cabo acciones de restauración de balsas para mejorar el acceso de la fauna silvestre. Sin embargo, esta población ha sufrido un marcado declive en la última década, coincidiendo con varios períodos de sequía prolongada.
Para revertir esta tendencia, el Parque Regional de Sierra Espuña, en colaboración con la Universidad de Murcia, ha puesto en marcha un plan de refuerzo poblacional basado en la translocación de larvas procedentes de poblaciones cercanas. El objetivo es consolidar el núcleo reproductor existente y establecer nuevos puntos de cría dentro del parque, aumentando la conectividad entre hábitats y favoreciendo el contacto con poblaciones limítrofes. Este plan incluye una evaluación detallada de los beneficios y riesgos de la translocación, así como la identificación de zonas prioritarias de actuación.
Las primeras translocaciones piloto comenzaron en 2022. En los primeros tres años del proyecto se han liberado 470 larvas en tres cuerpos de agua dentro del parque: uno ocupado por la población relicta y dos con condiciones óptimas para el establecimiento de nuevas poblaciones reproductoras.
Para maximizar la supervivencia, la mayoría de las larvas se han liberado en jaulas de exclusión de depredadores, una medida especialmente relevante en cuerpos de agua pequeños o con baja abundancia larvaria, donde la presión predatoria puede ser mayor.
Las larvas utilizadas en la translocación proceden de las dos poblaciones reproductoras más importantes de la Región de Murcia, ubicadas en la comarca del Noroeste. Antes de su liberación, se someten a un tratamiento con fungicida durante tres semanas en el laboratorio de Vertebrados Acuáticos de la Universidad de Murcia para garantizar que están libres del hongo quitridio.
Una vez en los cuerpos de agua seleccionados, se realiza un seguimiento de su supervivencia hasta la metamorfosis. En los próximos años, se espera que estos nuevos individuos alcancen la madurez sexual y contribuyan al crecimiento de la población, favoreciendo su estabilidad a largo plazo.
"Según los investigadores, los anfibios son un grupo animal especialmente vulnerable frente al cambio climático y sirven como modelos para probar cómo el clima y las adaptaciones locales intervienen en la distribución geográfica de las especies", señaló María Cruz Ferreira.
Observaciones alentadoras tras el reciente episodio de lluvias
Aprovechando las últimas lluvias, el Grupo de Biología y Conservación de Vertebrados Acuáticos de la Universidad de Murcia visitó las zonas de refuerzo poblacional de esta especie en peligro de extinción, donde se han traslocado ejemplares en los últimos tres años en el marco del proyecto financiado por la Comunidad Autónoma.
La precipitación ha reactivado los manantiales del Parque Regional de Sierra Espuña y estimulado la reproducción de los anfibios. Entre ellas, el sapo partero bético ha vuelto a ser observado, con la presencia de nueve machos cantores, cuyo tamaño sugiere que podría proceder de las larvas liberadas en el marco del proyecto durante 2023. Estas observaciones son alentadoras para el futuro de la especie en el Parque y, en consecuencia, en su límite oriental de distribución.