“Este partido racista y antiespañolista, el PNV que no ratificó con su firma la Constitución de 1978 ahora tan defendida por ellos y sus “enemigos número uno”, los socialistas y resto hiervas políticas silvestres, vienen a darnos lecciones de ética y de moral, defensa de esa Constitución y de los derechos humanos a todos los españoles”
El desgraciado asesinato del pequeño Gabriel en Almería, ha venido a coincidir días antes con que la pena de prisión permanente revisable se sometiera hoy a debate de nuestros amados políticos para su derogación. Las enmiendas a la totalidad de PP y Cs para dicha derogación han sido rechazadas. Esta pena entró en vigor el 1 de julio de 2015 junto con la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como “ley mordaza”. Tras su aprobación, por primera vez desde 1978, todos los grupos parlamentarios -salvo el que sustentaba entonces al Gobierno, el Partido Popular- se unieron para llevar al Tribunal Constitucional una norma: PSOE, la extinta Convergencia i Unió, PNV, UPyD, Izquierda Plural y la mayor parte del Grupo Mixto firmaron el recurso contra el nuevo Código Penal que incluía la prisión permanente revisable.
La prisión permanente revisable es una especie de cadena perpetua por la cual el condenado solo puede recobrar la libertad si demuestra estar rehabilitado tras una serie de plazos (de al menos 25 años y de 28, 30 o 35 en algunos casos) y si previamente ha logrado acceder al tercer grado. Está prevista para los autores de “crímenes que causan una especial repulsa social” o “delitos de excepcional gravedad” como asesinos en serie, integrantes de bandas terroristas, los autores de la muerte de menores o personas discapacitadas, los agresores sexuales que acaben con la vida de su víctima o los responsables del homicidio del Rey o del Príncipe o Princesa de Asturias.
En ocasiones hemos escuchado condenas penales que exceden, con mucho, la vida de cualquier persona. Por poner un ejemplo, el caso del 11-M: Jamal Zougam, 42.982 años, Otman El Gnanoui 42.984 años, Emilio Suárez Trashorras, 34.765 años de prisión. El tiempo máximo de estancia en prisión en España es de 40 años, pero sólo en caso de terrorismo y si se han cometido dos o más delitos. Cuando el penado debe cumplir varias condenas por delitos relacionados, puede pedir al juez o tribunal que dictó la última sentencia que todas las condenas se transformen en una sola. Esto se realiza a través del procedimiento conocido por “el triple de la mayor”, en el que se refunden varias condenas, debiendo cumplir el penado como condena el triple de la duración de la más grave de las penas refundidas, con el límite máximo, como regla general, de 20 años. Así, si por ejemplo, si una persona tiene pendientes 7 condenas, 2 de ellas de 1 año, 2 de 3 años, y 3 de 4 años, en total 20 años, aplicando este procedimiento, el penado sólo cumpliría el límite del resultado de multiplicar por 3 la mayor de las condenas, esto es, 12 años.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV), impulsor de esta iniciativa de derogación desde su origen, y la inclusión de la prisión permanente revisable lo hace porque dice: "niega el sistema de derechos y valores de la Constitución" y solo persigue "una función retributiva y vengativa de la pena". Este partido, el PNV, fundado por un racista separatista y antiespañolista a finales del siglo XIX, Sabino Arana y que sustenta su ideología en que la identidad vasca se debe construir en base a un profundo odio hacia todo lo que sea español:
“Habéis mezclado vuestra sangre con la española o maketa, os habéis hermanado o confundido con la raza más vil y despreciable de Europa”.
Este partido racista y antiespañolista que en el documento redactado por HB-ETA como acta de la reunión de abril de 1990 reflejaba en una frase la opinión que Xabier Arzalluz (Presidente del PNV por aquella época) la cual mantenía la coincidencia de objetivos entre su partido y ETA:
"No conozco ningún pueblo que haya alcanzado su liberación sin que unos “arreen” y otros discutan; unos sacudan el árbol, pero sin romperlo para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas".
Este partido racista y antiespañolista que según Arzalluz en la entrevista con los dos miembros de HB-ETA en sus consideraciones sobre los socialistas, socios de Gobierno de su partido en Euskadi, decía:
"El enemigo número uno es el de siempre, aunque ahora gobernemos con él. Ellos no se fían de nosotros. Hacen como que sí, pero no, y a veces se les escapan cosas".
Este partido racista y antiespañolista que no ratificó con su firma la Constitución de 1978 ahora tan defendida por ellos y sus “enemigos número uno”, los socialistas y resto de hiervas políticas silvestres, son los que vienen a darnos lecciones de ética y de moral, defensa de esa Constitución y de los derechos humanos a todos los españoles que nos queremos “vengar” de un criminal por pedir justicia y que se le aplique la PPR en crímenes extremos. Para ellos, la sociedad española está “asilvestrada” y todos los fascistas que votan al PP, C,s y resto de partidos que no comulguen con sus postulados y esos más de 3.000.000 de españoles que ya han firmado a favor de la aplicación de esta pena, viven en la edad media. ¿Porque no se dejan de tantas gilipolleces y de mirar por sus intereses de partidos y le preguntan a todos los españoles si son ustedes tan demócratas?.
Mienten hasta durmiendo algunos. Veamos que hacen otros países Europeos de “nuestro entorno” que tanto gusta de mirarse al político español para lo que le interesa y en que época histórica viven con respecto a España y esta condena.
FRANCIA. La pena más dura del Código Penal es la de "perpetuidad irreducible", creada en 1994, en la última época del presidente socialista François Mitterrand. En casos excepcionales establece una prisión efectiva ilimitada destina especialmente a los condenados por asesinato de una víctima menor de 15 años y cuya muerte estuviese "precedida o acompañada de una violación, de torturas o de actos de barbarie". Desde 2011 se aplica también a los casos de asesinato de una persona depositaria de la autoridad pública y desde 2016 a los de terrorismo.
ITALIA. La máxima pena de prisión prevista, de acuerdo a la legislación vigente, es la cadena perpetua, que en 1944 sustituyó a la pena de muerte. A partir del cumplimiento de al menos 20 años de prisión es posible la aplicación de beneficios penitenciarios, y cumplidos al menos 26 de la pena impuesta, se pueden optar a la libertad condicional. Italia prevé también la figura de los "arrepentidos" ("pentiti").
REINO UNIDO. En la mayoría de los casos, el preso puede optar a la libertad condicional después de un periodo de tiempo que fija el juez. En casos excepcionales y delitos muy graves, el magistrado puede dictaminar que esa cadena sea "orden de toda la vida", sin acceso a la libertad condicional.
ALEMANIA. El Tribunal Constitucional falló que no se debe aplicar ese castigo automáticamente y que siempre debe darse una "perspectiva de reinserción". El Código Penal se reformó en consecuencia para adaptarlo a esta pena y ahora contempla que, tras un mínimo de 15 años, un nuevo tribunal debe examinar cada caso de manera individual. Esta opción se puede eliminar en casos excepcionales y puede verse dificultada si en la sentencia se identifica una "especial severidad de la culpa".
NORUEGA Y DINAMARCA. Existe la figura de la "custodia" (forvaring), una especie de cadena perpetua revisable para personas que han cometido crímenes especialmente graves y cuando existe riesgo de que puedan repetirlos.
BELGICA. Su aplicación es poco frecuente y el preso tiene la posibilidad de solicitar la libertad condicional transcurridos quince años desde su entrada en la cárcel. No obstante, en función de la gravedad de sus antecedentes y las condenas previas, puede verse obligado a permanecer hasta 23 años en prisión antes de poder pedir la salida.
HOLANDA. La prisión permanente es estricta, con posibilidad de revisión solo tras cumplirse 27 años de la pena y ante las sospechas de que se haya producido una injusticia por parte del tribunal.
OTROS. Con diferentes matices, existen condenas equivalentes a la cadena perpetua por delitos de extrema gravedad en varios países; se revisan después de al menos 15 años de prisión (o hasta 40 en el caso húngaro). Hablamos de Polonia, Austria, Rumanía, Hungría, Croacia o Eslovenia.
Según sectores de la extrema izquierda española, “algunos…, es que no sabemos vivir sin ETA” cuando analizamos a fondo que ocurre con la PPR. Tampoco sabemos parece ser, deducir el entramado de intereses que mueven a unos y a otros en política nacional o que todavía esté toda España esperando su disolución oficial y el esclarecimiento de más de 300 crímenes cometidos por estos excrementos cobardes y verdugos de la ETA.
Ni menos aún, sabemos o se quiere saber ya, de la estrecha e histórica relación de esta banda de criminales con el propio PNV. En 1958 se escindió el grupo Ekin de la organización juvenil del PNV, Euzko Gaztedi Indarra (EGI), a la que se había incorporado poco antes, por considerar demasiado “moderada” la política del PNV contra el franquismo. Posteriormente esta escisión sería el origen de ETA.
Y eso es lo que pretenden algunos precisamente que no veamos, ni opinemos, ni escuchemos, ni nos manifestemos, ni sepamos de ningún modo, lo que de verdad pretende todo este escombro político hacer con España y con los españoles. Váyanse todos al carajo a dar lecciones de moral, ética y democracia. Eso sí muy democráticamente y en orden. A mí me gustaría saber qué hace la izquierda española, en su mayoría, bailándole el agua siempre a un partido político nacionalista, racista, separatista y de extrema derecha como es el PNV que solo hace fomentar las desigualdades entre españoles, que nos odia y que estaría encantado de la desaparición de nuestra nación tal y como la conocemos.
Si mantenemos la máxima que algunos argumentan de que las penas de prisión buscan la reinserción del preso en la sociedad para no aplicar la PPR. Algo falso de toda falsedad porque lo que buscan las penas es el castigo en sí por el delito cometido y no el evitar con ellas que estos delitos no se produzcan. Por favor que vuelvan a encerrar ya a todos esos “reinsertados” que públicamente mantienen la “legitimidad” de sus crímenes políticos y están orgullosos de haberlos cometido en defensa de no sé qué “libertades”.
Ha quedado clarísimo en estos días que los políticos que nos desgobiernan, jamás legislan en “caliente” -maldita expresión-. Siempre lo hacen el defensa de sus intereses y en contra de los de todos los españoles. En este caso les ha tocado a las izquierdas, mañana serán los otros. Porque la ley de la Ley de Seguridad Ciudadana, anda que no se las trae en algunos de sus apartados.
El Concejal Independiente.
Juan C, Carrillo Ruiz.