Técnicos municipales del Ayuntamiento de Totana participaron la pasada semana en la Jornada para la Implementación del Protocolo de Coordinación Sociosanitaria en la Atención de las Personas con Trastorno Mental Grave y/o Drogodependencia, que organizó el Área Sanitaria III del Servicio Murciano de Salud y que se celebró en el Hospital Rafael Méndez de Lorca.
En la misma se dieron cita trabajadores de la Concejalía de Bienestar Social, básicamente del Centro Municipal de Servicios Sociales; así como de los Centros de Día para la Disacapacidad del Consistorio totanero.
La Jornada se celebró en el Salón de Actos del Hospital Rafael Méndez; y además del acto de constitución, hubo una ponencia para la presentación del protocolo y otra en la que dos grupos locales presentaron sendos casos.
Esta iniciativa, que surge del trabajo conjunto entre las consejerías de Salud, y de Familia e Igualdad de Oportunidades, junto con los ayuntamientos de la comarca del Guadalentín; junto a algunas asociaciones del ámbito de la salud mental, tiene como objetivo mejorar la coordinación entre los servicios, sociales y sanitarios.
La finalidad es garantizar una atención integral de los pacientes y de sus familias, potenciando los actuales niveles de coordinación en los ámbitos sanitario, social, laboral y del tercer sector.
Este protocolo pretende analizar, en su ámbito geográfico, las necesidades de este colectivo para planificar los recursos y servicios, y el impulso de la organización de equipos que promuevan el establecimiento de redes que mejoren la cobertura para estas personas con trastorno mental grave y/o drogodependencias. Para ello, se priorizarán acciones a nivel comunitario que favorezcan la permanencia del paciente en su entorno.
Entre sus funciones también se encuentra intercambiar información de los servicios sociales y sanitarios prestados, con informes sobre los procesos y resultados de la coordinación de los que se deduzcan, si fuera necesario, propuestas de mejora de los recursos o servicios existentes.
También incluye la redacción de una memoria anual sobre la coordinación sociosanitaria que recoja las actividades realizadas, las dificultades y déficits detectados, identificando los servicios afectados así como los planteamientos de mejora.
Asimismo, este protocolo contempla la constitución de equipos de coordinación sociosanitaria encargados de gestionar, analizar y estudiar aquellas situaciones de personas con trastorno mental grave que precisen de respuestas conjuntas, coordinadas, simultáneas o sucesivas por parte de los servicios sociales o sanitarios; intercambiar conocimientos; detectar necesidades y déficits formativos o de otra índole en los equipos, así como informar a la comisión de área de las situaciones encontradas y elevar propuestas.