El Centro Municipal de Servicios Sociales, con la colaboración de la Policía Local, han gestionado el traslado de un total de 11 personas “sin techo” que vivían en condiciones infrahumanas en distintos puntos de Totana: 8 de ellas a diferentes albergues de la Región de Murcia, y tres desplazamientos más de personas fuera de la comunidad autónoma desde que comenzó la crisis sanitaria por el coronavirus.
La Concejalía de Bienestar Social ha derivado a estas personas a albergues de Murcia, Cartagena y Mazarrón; y ha ayudado a otras a la adquisición del billete para viajar a poblaciones de fuera de la Región donde tenían familiares.
Con estas medidas, el Ayuntamiento pretende salvaguardar las condiciones de habitabilidad de estas personas que, en muchos casos, vivían en viviendas o infraestructuras abandonadas; y además evitar la circulación de personas por la vía pública, procurando su confinamiento, según explica el edil del ramo, Javier Baños.
De hecho, la Concejalía de Servicios a la Ciudad, tras estas gestiones acometidas, ha sellado el acceso de algunos edificios o infraestructuras abandonadas con el fin de evitar la ocupación por parte de personas garantizando así la seguridad y protección del mayor número de vecinos.
El Centro Municipal de Servicios Sociales y la Policía Local de Totana habilitaron hace varias semanas el Pabellón de la Sala Escolar, ubicado en el barrio Olímpico-Las Peras junto al IES Prado Mayor, con el fin de dotar de un recurso provisional y excepcional a las personas “sin techo” durante el tiempo que dure el confinamiento domiciliario decretado a raíz de la pandemia del COVID-19.
Se trataba de personas que vivían en unas condiciones infrahumanas importantes de insalubridad, con humedad y suciedad, y que no tienen posibilidades habituales de aseo y alimentación.
Esta iniciativa se `puso en marcha, con la colaboración de Protección Civil y la ayuda de numerosas empresas locales. Estas personas se duchaban y aseaban a diario y también se alimentaban y vestían gracias a las donaciones de familias y empresas, canalizadas a través de Cáritas.
Toda vez que se ha gestionado su acogimiento por parte de instituciones o familias, se ha cerrado este recurso hasta valorar la evolución de la pandemia en el municipio y el estado de necesidades de las persona en riesgo de exclusión social, precisa el concejal de Bienestar Social.
